El Parque Museo La Venta es un museo al aire libre ubicado en la ciudad de Villahermosa en el Estado deTabasco, México que atesora una de las más grandes colecciones de piezas pertenecientes a la cultura olmeca. Este sitio fue diseñado, organizado y montado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer, su inauguración se llevó a cabo el 4 de marzo de 1958, y es el único museo al aire libre en Latinoamérica.
El museo cuenta con una extensión de 6.8 hectáreas en el que se muestra una colección de 36 monumentos arqueológicos entre altares, estelas, cabezas colosales y 33 monolitos que datan de los años 1300 a 200 a.C., y complementan su contenido alrededor de 421 especies de fauna viva, entre mamíferos, aves y reptiles, además de la flora representativa de esta región tropical. El parque organiza visitas guiadas, talleres de pintura para niños, conferencias, presentaciones de libros y concursos de arte. Cuenta con sala de usos múltiples, Quiosco interactivo, tienda de artesanías y cafetería.
Historia[editar]
Haciendo un poco de historia, se podría decir que fueron los arqueólogosFrans Blom y Olivier La Farge quienes descubrieron en 1925 en La Venta, municipio de Huimanguillo, Tabasco, los restos de un centro político-religioso, y que Matthew Stirling y Phillip Drucker exploraron la zona en 1940. A pesar de que los dos primeros se dieron cuenta de la gran importancia de la cultura descubierta, los últimos ubicaron su florecimiento entre los años 800 y 400 antes de nuestra era.
En los años cincuenta Pemexdescubrió un rico manto energético, cerca de la población de La Venta, el cual empezó a explotar imediatamente, modificando el ambiente natural y arrasando con muchos vestigios construidos por esa cultura. Por esta razón, a iniciativa de Carlos Pellicer Cámara se inició el rescate de un gran número de piezas arqueológicas, trasladándolas a la ciudad deVillahermosa en un ambiente natural, como se supone estaban cuando se encontraron.
El parque-museo debe su nombre al lugar en que fueron encontradas las piezas. Y fue desde allí, y mediante gestiones que realizó el poeta Carlos Pellicer desde 1951, que se trasladaron a Villahermosa. Pellicer encontró un lugar ideal para albergar las esculturas monumentales que asombrarían al mundo: ocho hectáreas de selva ubicadas a la orilla de la Laguna de las Ilusiones. Pellicer deseaba
que el paisaje fuera muy parecido al de origen y colocar las piezas de acuerdo a como estaban antes de desenterrarlas. Así, en los meses de julio y agosto de 1957, se inicia el traslado de los grandes monolitos con la ayuda de diversas instituciones gubernamentales.